¿Qué son las telas metálicas?
Las telas metálicas son láminas flexibles y tejidas formadas por hilos o alambres de metal entrelazados de manera similar a una tela textil. Se caracterizan por ser muy resistentes y versátiles, lo que las convierte en elementos fundamentales en diversas industrias. Estas mallas pueden fabricarse en diferentes configuraciones, dependiendo del tipo de tejido y los materiales utilizados, adaptándose a diversas exigencias técnicas y ambientales.
¿Para qué sirven?
Las telas de metal tienen múltiples funciones en el ámbito industrial y arquitectónico. Se utilizan principalmente para filtrar, tamizar, proteger y transportar materiales en procesos productivos. También cumplen un papel importante en la decoración arquitectónica y el diseño interior.
Ventajas de los tejidos de metal
- Durabilidad: Los tejidos de metal son resistentes a la corrosión, la abrasión y las altas temperaturas, lo que las hace ideales para entornos industriales exigentes.
- Versatilidad: Pueden fabricarse con distintos tipos de materiales, formas y tamaños de apertura para adaptarse a diversas aplicaciones, desde filtrado fino hasta transporte de piezas grandes.
- Resistencia mecánica: Soportan altas cargas y tensiones sin deformarse, manteniendo su estructura y funcionalidad por largos períodos.
- Fácil mantenimiento: Son sencillas de limpiar, lo que es esencial en aplicaciones como el procesamiento de alimentos o productos químicos.
Fabricación de las telas metálicas
La fabricación de las telas de metal se realiza mediante un proceso de tejido de alambres metálicos. Estos alambres pueden entrelazarse en diversas configuraciones, como tejido liso, alargado u holandés (reps), dependiendo de las necesidades de la aplicación.
Materiales utilizados
Los tejidos metálicos se fabrican a partir de varios tipos de materiales, entre los que destacan:
- Hierro
- Acero
- Acero Inoxidable
- Aluminio
- Cobre
- Latón (Cu Zn37, Cu Zn20)
- Bronce fosforoso (Cu Sn6)
- Aleación monel 400